28 de junio de 2012

PALABRAS NO DICHAS



Poco que decir, o quizás mucho que se disipó sin dejar apenas rastro ni recuerdo alguno.

Porque ¿dónde van los pensamientos que ni dices, ni escribes, que solo existen unos segundos dentro de ti? aunque mientras lo construías, pensabas que sería una gran historia que contar y te animas, te ilusionas, como si fuera un trozo de nieve luminosa, pero que deja de serlo al derretirse, no dejando casi vestigio de lo que fue, lo mismo que mis palabras no dichas, fundidas en escombros, porque en ese mismo instante tu otra vida, la real, la que te da de comer, la que es, te llama y te arranca de cuajo como tocando tierra y te despierta.

Pero aún sigo durmiendo. Durmiendo mientras vivo, sin vivir, viviendo, vida de estreno a cada segundo y la huelo sin enterarme que huele a nueva.

Esas cosas. Pequeñas inquietudes que bailan en el interior de mi cabeza como cerillas dentro de su caja, que esperan ser encendidas, acariciadas por la imaginación, aunque su fuego sólo dure unos instantes. Los suficientes.